martes, 30 de julio de 2013

Este verano tópicos venden! #Publicidad sin subterfugio

Buscando un tema algo más ligero de lo habitual que nos sirviera para poder mitigar los calores propios de estas fechas y, como la cabra tira al monte, mi primer pensamiento ha sido para la publicidad.

Si estás en la oficina, encerrado entre cuatro paredes, este post es para ti:

Playas de ensueño, mares de tono azul turquesa, arenas blancas, cielo deslumbrante, olor (sí, la tele también transmite olor) a salitre y la ligera brisa marina que recorre tu cuerpo (escultural, por supuesto) a bordo de un yate, son las imágenes refrescantes que mi cerebro derretido necesitaba.


Dolce & Gabbana, por supuesto.

Quizá también, algo de culpa tenga mi gran amigo Pedro, el cual el otro día me comentaba, como quien no quiere la cosa: -"No sé qué tiene el de Dolce & Gabbana que no tenga yo, si tenemos los mismos ojos!- (-"¡ah, pero ¿el chico tiene ojos?, no me había fijado!"-).

En fin, chascarrillos aparte, en el siglo XXI y en la era del 3.0 o del 4, que ya no sé por dónde vamos, aun se siguen utilizando los estereotipos para conseguir alcanzar eficazmente los objetivos publicitarios establecidos de determinadas marcas.

Concretamente, y por seguir con la ensoñación propuesta, me centro en la campaña Light Blue de Dolce & Gabbana, que si no estoy mal informada, desde el 2007 ya nos bombardeaba con imágenes tan impactantes, refrescantes y sensuales como estas, las del spot de 2011:



  • Música italiana, bellísima canción de amor "Parlami d’Amore Mariù" de Achille Togliani.
  • Fotografía muy cuidada del paisaje mediterráneo de la Isla de Capri.
  • Entorno refrescante, chapuzón en aguas cristalinas.
  • Ella, él, y la escena incipiente de un encuentro amoroso detenida, convenientemente, con un "corten".

En el 2013, se repite con descaro, casi fielmente en algunas escenas,  los elemento visuales y las señales de identidad de la marca, que ya conocíamos, pero que siguen funcionando:




En la estupenda entrada "Publicidad y estereotipos: nos gusta ser manipulados" , de Asier Albistur ya se nos adelanta cómo, el verano, es la época dorada en publicidad para los "topicazos", ya sean aguas turquesas, operación bikini o la canción del "idem":

1. Aceptamos fácilmente los tópicos porque simplifican nuestra realidad.
2. Nos ayudan a "etiquetar" la sociedad en la que nos movemos y afianza nuestro sentimiento de pertenencia a una "tribu".
3. Los estereotipos no son negativos por sí solos, pero no se deben confundir con verdades absolutas o dogmas de fe.
4. Y por supuesto, abstenerse los que caigan en prejuicios!

Es por eso que, los profesionales de la publicidad y la comunicación, nos nutrimos, a veces en exceso, de estos conceptos que simplifican ideas y facilitan la percepción del mensaje que se quiere transmitir:

  • Se llega más directamente al consumidor.
  • Se tienen dos espectros de Público Objetivo
    • El que pertenece realmente a ese grupo o tribu.
    • El que desea pertenecer al grupo.
  • Tanto profesionales como consumidores hemos madurado, llevamos una trayectoria aprendida y somos más conscientes de lo que hay: elegimos creernos o no creernos a la marca, sentirnos o no, guapos, delgados o adinerados.
Cuando la publicidad no tiene un doble sentido y ofrece claramente esta visión sin subterfugios, el consumidor lo acepta más fácilmente, sabe lo que hay, y evidentemente, entiende que nunca va a ser como David Gandy o Bianca Balti aunque compre su fragancia.



Reconozco que no siempre me gusta, o me parece válido, presentar a una señora o señor estupendos, como bandera de un producto, pero la belleza siempre es digna de admirar y... -"¿por qué no inundar mi espíritu con las vibraciones agradables que ello transmite?"-

En fin, no quiero que me cierren las tiendas, me voy a comprar mi frasco del "Light blue".
Hasta pronto!

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