Cuando decides trabajar desde casa, no es oro todo lo que reluce. Ser autónomo no es la panacea ni la solución a todos tus problemas...yo diría que, cuando tomas esa decisión, es cuando empiezan los verdaderos quebraderos de cabeza. Cosas nimias, a las que no habías prestado atención, ahora se engrandecen como el humo. De momento, hasta llegar a esa decisión, has tenido que pasar una auténtica revolución, lo sé, lo he vivido.
La soluciones no tienen por qué ser radicales, ni siquiera, inmediatas. Se puede optar por un sistema mixto (oficina externa con un trabajo por cuenta ajena combinado con el salón de tu casa) como es mi caso, sistema al que he llegado, con el lento transcurrir del tiempo y de los acontecimientos de la vida.
Cada uno deberá encontrar su camino, pero -y no se trata de desanimar a nadie- es un camino plagado de búsqueda interior, amenazas externas y de pruebas continuas a tu resistencia anímica.
Profesionales que empezaron su aventura socialmedia a la par que yo, con una mayor o menor relevancia social, han relatado en algún momento, esa pequeña revolución interna que le hizo saltar de su zona de confort hacia un vacío inexplorado. Cuando eso ocurre es que ya, por fin...
"Estás preparado, física y mentalmente, para el cambio"
Yo, por mi parte, después de sentirme agotada con el tema "autónomos" y ver que las soluciones no encajaban en el momento profesional en el que me encontraba (os podría poner multitud de enlaces para ampliar información sobre autónomos pero, sinceramente, ninguno me ayudó excesivamente) opté por seguir trabajando por cuenta ajena...y he tenido la suerte que, de momento, he podido lograrlo.
Trabajando para dos empresas completamente diferentes, combino tiempo y espacio entre dos despachos físicos y mi casa, en concreto, mi salón. En total, trabajo y me muevo por tres ambientes distintos.
El TELETRABAJO es una magnífica opción que, tras los momentos iniciales de reajuste, hace que te sientas cómoda con tu tiempo, organices perfectamente y de manera muy personal tu trabajo, y que puedas ser todo lo eficaz y efectiva que quieras.
"El teletrabajo es una forma actual de trabajar, una opción real y de futuro, a la que se ha llegado tras la evolución natural de Internet en nuestras vidas"
Pero, como decía al principio, no es oro todo lo que reluce. Cada uno tendrá sus vivencias. En mi caso, al principio, he llegado a permanecer mucho más tiempo en el despacho porque me era totalmente imposible trabajar desde casa.
En cuanto me conectaba al ordenador, pasaban todas estas cosas y siempre simultáneamente:
- Llaman al timbre de la puerta.
- Me pongo a recoger la cocina porque no soporto verla desorganizada.
- Barro las migas del salón, y ya aprovecho, pongo una lavadora y la tiendo.
- Suena el teléfono de nuevo, me mandan 25 guasaps -que siempre respondo-y vuelven a llamar al timbre de la puerta.
- Mi marido:
- ¿Vamos a andar?
- ¿Vemos una peli juntos?
- Si me vas a comprar, yo preparo la cena.
- Nunca me haces caso, siempre estás trabajando.
- Mamá, tengo hambre, ¿Me haces la merienda?
- Necesito el portátil para el blog del cole.
- ¿Me ayudas con los deberes?
- Nunca me haces caso, siempre estás trabajando.
No pienses que es exagerado: es real como la misma vida...
"Un camino plagado de búsqueda interior, amenazas externas y de pruebas continuas a tu resistencia anímica..."
...pero que se consigue. Con el tiempo y la persistencia, se consigue. Y llega el momento en que tu alrededor -y tú mismo- sois conscientes de que -realmente- estás realizando un trabajo. Sin culpas, sin remordimientos. Y cobrando, mucho o poco...pero eso ya, es otro tema.
¡Hasta muy pronto! ;-)
Con Teresa Nevado, en El Palacio de la Zarzuela, Audiencia Real a FEDECA, mayo 2017 |